Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, una Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos tiene la finalidad de eliminar diferentes contaminantes presentes en el mismo, mediante la aplicación de una serie de procesos fisicoquímicos y biológicos diseñados de forma específica.

El funcionamiento de una planta de tratamiento puede ser complejo, por lo que se suele dividir a los procesos en cinco grandes grupos:

  • Pretratamiento;
  • Tratamiento primario;
  • Tratamiento secundario;
  • Tratamiento terciario;
  • Tratamiento de lodos.

En este caso, profundizaremos un poco más acerca del pretratamiento. Los efluentes habitualmente no están compuestos sólo por líquido, sino que acarrean consigo una cantidad variable de sólidos. Estos residuos pueden ser de tamaños y tipos muy variados.

Por ejemplo, los líquidos cloacales suelen contener trozos de trapos, papel higiénico o pequeñas ramas. Por otro lado, los líquidos industriales traerán sólidos específicos del proceso productivo. Los efluentes de una pesquera podrán traer piel de pescado o cáscaras de langostinos, mientras que los líquidos generados en una fábrica de vegetales en conserva pueden contener residuos de frutas y verduras.

El pretratamiento de efluentes es el primer paso en un sistema de depuración de aguas residuales, y consiste en la adecuación del líquido para que pueda ser depurado de forma eficiente. Generalmente, se compone de uno o más procesos físicos que retienen sólidos gruesos o finos. Algunos efluentes también requieren la corrección de su pH para poder ser tratado de forma adecuada, por lo que este proceso también se suele considerar parte del pretratamiento.

Ahora, ¿por qué es importante eliminar estos sólidos en un primer lugar? Los motivos son principalmente dos.

En primer lugar, los procesos biológicos involucrados en una planta de tratamiento no están diseñados para degradar sólidos gruesos, sino que se focalizan en la eliminación de contaminantes disueltos o finamente suspendidos. Por tal motivo, los sólidos de mayor tamaño no desaparecerían en el tren de tratamiento, sino que posiblemente serían vertidos al medio ambiente sin sufrir modificaciones.

En segundo lugar, la mayoría de los procesos de un sistema de depuración es sensible a la presencia de sólidos, pudiendo verse afectados negativamente cuando estos no son removidos correctamente. Por ejemplo, es habitual que se traben bombas o se tapen cañerías por la presencia de sólidos. Esto tiene un impacto real en todos los procesos subsiguientes y puede traer problemas significativos.

Por estas razones, un correcto pretratamiento es importante a la hora de diseñar un sistema de tratamiento, y suele ser el primer proceso involucrado.

Algunos ejemplos de procesos de pretratamiento incluyen:

  • Desbaste por rejas gruesas, fijas o automáticas;
  • Desbaste por rejas canasto;
  • Desbaste por rejas finas, fijas o automáticas;
  • Tamizado con tambores rotativos;
  • Tamizado estático;
  • Corrección de pH por adición de ácidos o bases.

Para conocer más sobre sistemas de tamizado o desbaste, hacer click aquí

El tipo de pretratamiento a adoptar dependerá de la escala del sistema de tratamiento, del origen del efluente a tratar (cloacal o industrial), del tipo de industria que lo genera (si corresponde) y del contenido de sólidos total que ingresan con el líquido. Una vez eliminados los sólidos más gruesos y corregido el pH, el efluente pretratado puede ingresar al tratamiento primario sin mayores riesgos de taponamientos o bloqueos, donde se comenzará con la depuración efectiva del líquido.

En Bioingepro diseñamos y fabricamos equipamiento para el pretratamiento de efluentes, tales como rejas y tamices para separación de sólidos. En caso de requerir equipamiento de este tipo, no duden en consultarnos para brindar asesoramiento y propuestas concretas para su caso en particular.

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